Notas del autor:
Dedicado especialmente a mi hermosa Moonchild, fuiste
mi motivación para salir de mi “zona de confort” y alejarme unos minutos del
fandom para escribir esto, que aunque pequeño tiene todo mi amor para ti :3
~*~
Samurái
En el fondo él lo deseaba, muy dentro de sí las ansias
lo recorrían royendo sus entrañas dándole un mandato que no podía negarse a
llevar a cabo. El lobo fijó la mirada en la suya con solo una orden clara en
ella, retrajo la piel de sus labios mostrándole una sonrisa lobuna y lo supo;
estaba jodido, verdaderamente jodido.
Intentar algún movimiento solo sería una acción
estúpida y sin resultados satisfactorios para su persona, por lo que se limitó
a seguir con la vista totalmente enfocada en la otra. El filo de la espada
entre sus manos le recordó que debía atacar a su rival, aún si eso significara
perder ese deseo irrefrenable en sus venas.
Un paso, solo eso basto para que su cuerpo fuera
recorrido por un escalofrió. Sus impulsos le dictaban demasiadas órdenes, pero
sus sentidos estaban siendo controlados por el lobo que seguía con esa sonrisa
tatuada en sus labios.
Ataca, libérate de su poder.
La mandíbula ejerció presión sobre sus dientes, su respiración se
aceleró y no pudo más que soltar un pequeño bufido de frustración al percatarse
que no podía mover ni un músculo en contra de ese ser. Solo siguió en la misma
pose dentro de aquel pequeño templo.
El lobo se relamió los labios donde liquido carmín corría libremente, un
estremecimiento de puro deseo recorrió al samurái incitándolo, pero debía
controlarse. Era el mejor guerrero que había y podía dominar no solo a la
bestia frente a él, sino también a su propio demonio.
—¿Crees que puedes vencerme?
Se burló del lobo con su voz gruesa, los labios del samurái se separaron
en un atisbo de sonrisa, sus ojos se desviaron hasta la máscara que usaba en
sus combates. Deslizándose hasta encontrarse con los cadáveres recientes de los
mercenarios que habían acabado convirtiéndose en sus víctimas.
Al regresar la mirada al frente el lobo se encontraba a centímetros de
su rostro, la cuerda alrededor de su cuello mostraba pequeños atisbos de
manchas rojas.
—Si ellos no pudieron
detenerme —habló con voz profunda, sin desviar la mirada del samurái —,¿qué te
hace pensar que tú lo conseguirás?
Las manos del lobo se cerraron en torno a los brazos del otro,
disfrutando la sensación de dominio que lo embargó. Sabía que su rival no
cedería tan sencillamente, lo respetaba por eso, pero aquello no le concedía el
indulto.
Después del juicio hacia él, lo único que clamaba su alma era venganza.
Hacia aquel que lo mando prisionero, y claro, aquel capaz de destrozarlo.
—Porque lo que tengo, no puedes demolerlo sin destruirte a ti mismo
El lobo mordió el cuello del samurái con saña, disfrutando el sonido que
causaba los dientes apretados y los puños dispuestos atacar, pero sin hacerlo.
El samurái se reía con ironía al darse cuenta de su desdichado destino
(¿o debería decir fortuna?) que lo mantenía unido a ese ser, que lo hacía
desearlo aun sin poder tenerlo.
Porque esa era su condena, desear sin
conseguir algo en concreto. Amar pero
odiar a la vez. Matar, sin encontrar
jamás un descanso.
Y eso representaba el lobo en su totalidad.
Eso era Paul para Anis.
Vaya, fue realmente mítico. Me encantó todo lo que representa el escrito, ¿qué más puedo decir? Grato ha sido leerte y el banner, cielos, ese banner está fabuloso; la mira de Anis y esa soga en el cuello de Paul *¬* :die:
ResponderEliminar*-* Muchas gracias <3
EliminarRealmente aprecio que te gustara :3
Jo, el banner... esa mirada *-* fsjdnfsd
Besos~
¿¡Cómo es que no había comentado esto!? D: No sé qué me pasa, ¿pero sabes que jamás terminaré de expresar mi agradecimiento por esto, verdad? ;w; Gracias, en serio, gracias; fue fabuloso y épico y ;-----; <3
ResponderEliminarMe alegra de sobremanera que te gustara Moon <3, creo que yo debería agradecerte a ti. Porque sin ti, esto no hubiera nacido <3.
EliminarGracias bella :*
Besos